Yoga para todos los públicos, con adaptaciones y variantes que harán que la práctica sea un disfrute personal, de uno mismo y para uno mismo.
Nuestro monitor, Javier Gil, amante del yoga en todas sus vertientes, fusiona y adapta esta práctica para el cambio tanto físico, mental y espiritual de las personas.
Centrados en la respiración, el yoga postural y breves meditaciones, la parte física juega un papel de gran importancia en las transiciones de Ashtanga Vinyasa para mantener el flow entre asanas. A través de la armonía en los movimientos se conduce a los practicantes al instante presente y a su vez, los momentos de sosiego e introspección son indispensables en una práctica hecha para el alma.
Si además a todo esto le añadimos un toque terapéutico, conseguimos un yoga para todos los públicos, con adaptaciones y variantes que harán que la práctica sea un disfrute personal, de uno mismo y para uno mismo.